domingo, 27 de mayo de 2012

BORRADOR 1, DESARROLLO TEMA IV


LO QUE TENEMOS QUE TENER EN CUENTA A LA HORA DE CREAR UN LIBRO:

  • El conocimiento que yo tengo de los niños, es decir, sus gustos e intereses y su  momento evolutivo.

  • Nuestras propias capacidades creativas. Aquí debo decir que, por mi propia experiencia, depende del momento; es decir, no siempre estamos en la disposición de crear. Es un tema de inspiración.  
Una cosa que hacen mal los maestros (y espero no hacer yo en ninguna ocasión) es, sobre todo el Educación Primaria, decirle a los niños que hagan una redacción sobe un tema que a ellos les ha parecido bien.
-        ¿De verdad es un tema que les importa a los niños? NO.
-        El término redacción para ellos no es nada.
-        Este tipo de trabajos se suelen pedir para hacer en un momento determinado y entregarlo al mismo tiempo pero, como he dicho antes, se trata de la inspiración, y uno no siempre está inspirado…

  • En cuanto al contenido:
-        El tema. Debe ser de interés para ellos de forma natural por su momento evolutivo y asequible.
-        La estructura. Debe ser lineal (planteamiento, nudo y desenlace), con nudo acumulativo o circular.
-        El contexto. Reconocible o indefinido (es decir, eso de “había una vez en un país muy lejano…)
-        Los personajes. Deben ser reconocibles para el niño.
-        El protagonista. Deben identificarse con él, es decir, debe estar en su mismo momento educativo.
-        El lenguaje. Debe ser sencillo pero no simple. No debemos privar al niño de una calidad literaria. El vocabulario debe ser adecuado.
-        Los valores. Si se trata de un libro literario, no debe tener moraleja; por el contrario, si es un libro para literario, la llevará.

  • En cuanto al formato:
-        Tiene que ser lo suficientemente resistente para que no se estropee y que puedan pasar las páginas de una forma sencilla y rápida. Si lo hacemos en formato libro para ponerlo en la biblioteca del aula, tendremos que buscar una forma original y sencilla para que no tengamos que llevarlo a ningún sitio profesional.
-        La letra debe tener un tamaño adecuado y una tipología entendible por el niño.
-        En cuanto a las ilustraciones, todos sabemos cuáles son nuestras capacidades y límites, pero debe haber imágenes.

LIBROS CON LOS NIÑOS
Cuando creamos con niños, en la clase creamos el contenido del libro, y ahí los maestros debemos hacer de mediadores; es decir, debemos ir proponiendo y dejando que los niños plateen temas, pero con un orden donde nosotros digamos cuáles son y cuáles no los apropiados sin dejar a ningún niño indiferente. Pero también es nuestra labor ponerlo en un formato que sirva para ponerlo en la Biblioteca, en la pared,…

Por ejemplo, un libro viajero. Podemos dar una pauta sobre el tema, o no. O sea, nosotros podemos poner un tema en el que los niños deban basarse o, por el contrario, no hacerlo y dejar tema libre.

Esta técnica es una forma de implicar a los padres en la originalidad del niño. A los padres hay que “educarles” muy bien, porque se trata de una tarea del niño donde los padres pueden ayudar si lo ven realmente necesario, pero no deben hacerlo ellos.

Existen (sobre todo a partir de la LOGSE, pues es una Ley con un planteamiento más lúdico) recetarios de estrategias para trabajar diferentes temas en Infantil. Uno de ellos es el de la creación literaria.

Durante siglo, ha ido evolucionando la forma de crear los distintos géneros literarios. En la Antigua Grecia, todo era en verso; si no era así, no se le consideraba Literatura. Lo primero que se descolgó de la rima fue la narrativa en la Edad Media, con el Poema del Mío Cid, el cual es en verso. Poquito después, se creó el Lazarillo de Tormes.

Después se descolgó el teatro. En el siglo XIX, con el Romanticismo, se dejó de hacer teatro en prosa. La primera obra de teatro donde puede encontrarse gran cantidad de prosa es Don Álvaro o la fuerza del sino. Aun así, hasta el siglo XX no se hace totalmente en prosa.

La poesía sigue representando su forma clásica hasta el siglo XX. La poesía no tiene por qué rimar ni tener ritmo; de hecho, dejó de rimar hace un siglo.

La generación del 27empezó a hacer poesía sin rima en España. Alberti hizo Poema del aburrimiento. Esto está escrito a finales de los 50. Quiere decir que al hablar de la creación poética no todo tiene que tener rima, aunque a ellos les encante (como con Gloria Fuertes) no todos tienen que tener rima porque muchas veces la tendremos que decir nosotros porque si vocabulario no es muy extenso, actualmente, la poesía se fundamenta en las figura literarias.

La educación poética en niños es nefasta. Les debemos hacer creativo esta creación. No hace falta hacer estructurar propias con niños de infantil.

Hay que entenderlo como un juego de palabras. Como mucho, el pareado: dos versos que riman entre sí, de forma natural.

Distintas estrategias que podemos utilizar:

  • Letanía: los versos no tienen por qué rimar, todos los versos acaban con un punto y todos los versos hablan sobre sí mismos.
Son muy fáciles de hacer para los niños porque cada uno puede decir su verso, reordenándolos, escribiendo en la pizarra, eligiendo y descartando.
En clase hemos hecho un ejemplo de este:


Con comparación:

Mi mamá es como una princesa
Mi mamá es como el sol
Mi mamá es como un arcoíris
Mi mamá es como una flor
Mi mamá es como una estrella
Mi mamá es como un algodón de azúcar
Mi mamá es como una muñeca
Mi mamá es como la primavera

Con metáfora:

Mi mamá es una princesa
Mi mamá es el sol
Mi mamá es un arcoíris 
Mi mamá es una flor
Mi mamá es una estrella
Mi mamá es un algodón de azúcar mi Mamá es una muñeca
Mi mamá es la primavera







Otra:

Mi mamá es:

               Como una princesa
Como el sol
Como un arcoíris
Como una flor
Como una estrella
Como un algodón de azúcar
Como una muñeca
Como la primavera

¡Así es mi mamá!

Con adivinanza:

Es como una princesa
Es como un sol
Es como un arcoíris
Es como una flor
Es como una estrella
Es como un algodón de azúcar
Es como una muñeca
Es cono la primavera

¿Quién es?


La rima no es uno de los géneros más imprescindibles, pero al buscar una palabra que rime con otra, hacemos que el vocabulario se amplíe.

A los niños les gusta rimar y esto favorece el enriquecimiento del vocabulario. Activan el vocabulario pasivo (el que sabemos, pero no usamos).

Una actividad muy chula es jugar con los nombres de los niños haciendo rimas (“Elena lleva suelta la melena”; “Rocío siempre tiene frío”). Aquí hacemos pareados: palabras que riman entre sí.

Otra estrategia es la de los poemas encadenados: son muy chulos y muy fáciles, aunque difíciles de recordar.

Hagamos un ejemplo:

“Cuando crezca, quiero ser como mi mamá.
Mi mamá es como el sol.
El sol brilla hasta que sale la luna.
La luna me mima por las noches.
Por las noches viajo por mis sueños.
Mis sueños parecen de verdad.
De verdad quiero mucho a mi mamá”.

Este poema nos ha salido de forma circular, es decir, empieza por la idea de la madre y acaba con la misma. Es bueno que la frase empiece con un determinante, ya que es más fácil para los niños. Cuando los niños están empezando a crear, podemos utilizar recursos como la comparación, etc., pero cuando van creciendo, podemos introducir recursos más complejos como la metáfora.

Otra estrategia que les encanta a los niños son los tantanes. Son muy cortitos (dos o tres versos) y usan, sobre todo, la hipérbole. Un ejemplo es el siguiente: “Era un hombre tan pequeño, tan pequeño, tan pequeño,…., que se sentaba en una moneda y le colgaban los pies”.

Esta estrategia puede hacerse tanto en clase como en un libro viajero, aunque con éste último puede salir un inconveniente: lo hacen los padres y no dejan imaginación libre a los niños.

Es bueno que hagamos tantanes para trabajar diferentes temas, como pueden ser, reírnos de nuestros propios defectos, exagerar nuestros mejores puntos, etc. Aquí hay que resaltar el libro Orejas de mariposa.

La quinta estrategia de la que voy a hablar es el acróstico: estructura lingüística en la que las frases horizontales, si sólo se lee la primera letra en forma vertical, se forma una palabra.

Un dato curioso: el primero que encontramos es en el libro de La Celestina, donde, si seguimos estas indicaciones, descubriremos en el prólogo el nombre del autor.

El más para hacer en un aula de infantil es aquél de una sola palabra en vertical, hecha con una sola palabra en horizontal. Lo más sencillo es con el nombre propio de cada niño.

Podemos hacerlo nosotros para los niños con sus nombres y sus fotos al lado, por ejemplo, y, al final del curso, dar una copia a cada uno. Pero es mejor que involucremos a los niños.

Tenemos que usar el vocabulario pasivo, es decir, aquel  que tenemos en la mente y que no solemos utilizar.

En clase hicimos el de uno de los compañeros y el mío fue el siguiente:

A M O R
N O S T A L G I A
D U L C E
R E I N A
E S T R E L L A – E N C A N T O
A L E G R E

En cuanto a la prosa, el trabajo en las aulas ha sido nefasto. Rodari decía que, muchas veces, la educación mata la creatividad; el niño necesita crear de acuerdo a su momento evolutivo.

Hay varias formas:

  • Con lluvia de ideas: vamos descartando cosas, lo que más nos gusta, lo que menos nos gusta,…., como hemos hecho anteriormente con el poema encadenado. Debemos poner límites a los niños, respetando el turno de palabra. A ellos mismos les gusta tener normas y más, si están hechas por ellos mismos.
  • Los cuentos encadenados son como el Libro Viajero, con la diferencia de que es oral, es decir, el maestro (por ejemplo) empieza diciendo una frase (“erase una vez, un dragón que vestía falda rosa y calcetines de corazoncitos”) y los niños tienen que ir diciendo frases, de tal manera que se crea una historia. El inconveniente de esto es que no se puede cambiar nada de lo que ya se ha dicho. Suelen quedar muy bien en el segundo ciclo de E.I.

El autor más destacado es Gianni Rodari (Siglo XX). Era un pedagogo italiano que se encargaba de ir por las escuelas intentando que los niños no perdieran la imaginación y desarrollara más su creatividad. A través del contacto directo con los niños, observaba y tomaba apuntes para seguir con los procedimientos del arte de crear historias.

Rodari sufría el síndrome del “papel en blanco”, es decir, no sabía cómo empezar a escribir y cuando por fin escribía lo más mínimo, no le gustaba y rompía la hoja (estoy segura de que esto le pasa a más de uno… empezando por mí misma…).De este síndrome, surgieron estrategias para comenzar una historia. Estas estrategias las resumió en su libro llamado La gramática de la fantasía. Estas estrategias son, entre otras, las siguientes:

  • Hipótesis absurda: consiste en inventar hipótesis irracionales, sin sentido. Este tipo de textos empiezan por…”qué pasaría si…” y a partir de ahí crean una historia.
  • Binomio fantástico: consiste en la creación de un texto a partir de dos palabras que no tienen ninguna relación entre sí. Por ejemplo, cogemos la palabra “langostino” y la palabra “lámpara” y a partir de ahí creamos una historia.
  • El error creativo: consiste en aprovechar los errores para convertirlos en nuevas palabras y empezar nuevas creaciones.
  • Cuentos múltiples: consiste en dividir un folio en seis filas y en cada una de ellas se pone una parte de la historia (el comienzo, qué, cuándo, entonces…, se…, y…) y después se pueden combinar unas con otras creando, así, diferentes cuentos.

ENLACES DE INTERÉS



1 comentario:

  1. Bien. Estaría bien haber puesto un catálogo de estrategias como muestrario y enlaces a páginas con más "recetas".

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